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Ocurrencia, los humanos y los disfraces

La felicidad es el sueño del alma, no se toca, no existe. Existen solo momentos felices y personas que nos hacen vivirlos. Cada dia se hace de noche, a cada noche la despedaza el sol. Somos espectadores del cambio constantemente, cada uno dentro es un mundo que cambia tanto como el exterior. Tenemos una escencia que como un habitat, sigue cierta linea pero no podemos saber como estaremos con nosotros mismos o los demas dentro de un día, un año o dos. No podemos tampoco ser alguien hoy y mañana, alguien distinto, todas las luces y estados se contemplan en cada uno y se presentan o ausentan con respecto a lo que nos ocurre desde afuera como un objeto, situacion, imagen o palabra, nos despierta un sentimiento, una pasion, una tristeza, una alteracion. La intensidad depende de la potenciación que le da cada uno, de las prioridades que tengamos, de las cosas que nos importan mas que otras y nos duelen o alegran con mayor fuerza. La familia, los amigos de verdad, la pareja, nuestra vocación, nuestros sueños, los demás.
Los disfraces son parte de las estrategias que usamos para poder llevarnos con los demás. Somos seres sociables, humanos, cambiantes. Nos adornamos por fuera a veces para no mostrar realmente como estamos, nos vestimos de negro para forjar una coraza y somos aún mas vulnerables que los demás por dentro. De colores, creyendonos felices y alegres cuando hay cosas que aún no superamos y nos atacan en soledad. Pero cada uno es un mundo por dentro, cada uno sabe si en este momento es día o noche en su interior, si se estan viviendo momentos felices o no. Lo que no sirve es mentirnos más que a nosotros mismos, disfrazarnos es divertido.


Alguien dijo, se puede estar enamorada pero eso no garantiza que sepamos amar

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Me golpié la cabeza con el respaldo de la cama intentando alcanzar el cenicero en la mesa ratona y tirar un poco de eso que tanto lo abarrota siempre. Estoy sola.. ¿y si el golpe hubiese sido fuerte, seco, peligroso? ¿Si me duermo y ya no vuelvo a despertar? Nadie se enteraria esta noche, todos creerian que me quedé dormida nada más y en verdad, muchas cosas quedarían por decir, por hacer... ¿Que tal si muero esta noche? Sería una triste última noche en soledad